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jueves, 15 de mayo de 2014

8-

¿Qué es lo que nos detiene a no querer por terminar desapareciendo y no volver? A veces, creo que es por su culpa.
Si he de desaparecer, que sea con ella. En una isla desierta, sin pensar en nada más. Sin importarme nada más que su felicidad.

Despertar y estar a su lado. Acariciar su cuerpo, descubrir su surco más escondido y besarla. Besarla como si fuera la respuesta a todas mis preguntas. Como si me fuera la vida en ello. 
Aún no me explico cómo en tan poco tiempo ha cambiado tanto, ha ahuyentado tantos miedo y me ha hecho ver todo desde otro punto de vista. De cómo con una simple caricia me hace sentir tanto. De cómo con simples tonterías y pequeños detalles, puedes pasar tardes, días y semanas enteras sin necesitar nada más. Sólo a ella y su risa. Simplificar y sintetizar.
Es curioso y morboso a la vez, que nos demos cuenta de que cuando pecamos, es cuando realmente tocamos el cielo.
A veces creo estar con la cabeza bajo el agua, pero me hace respirar. Me inmoviliza y a la vez me da la vida. Me quita el aliento. Está loca, y estoy loco. Un loco encantado por sus curvas, sus bordes y sus imperfecciones perfectas. 
Verla tumbada en la cama, ya deshecha, dormida y escribir. Su pelo revuelto, su manía al dormir, los surcos y la figura de cada rincón de su cuerpo, y su ropa en el suelo de mi habitación. Su calor, la forma que tiene de besarme y de erizarme hasta con el más mínimo roce de sus manos. Debe de tener un don para eso. Cómo llega con su entusiasmo, su vitalidad, sus locuras, sus gestos, y pone mi mundo patas arriba. Mi habitación, mi vida. 
No verla una sola tarde me hace darme cuenta de que me falta algo. Sus abrazos, sus besos, su pelo, su olor. No sé.
Como si mi equilibrio estuviera en su desorden. 

lunes, 12 de mayo de 2014

7-

¿Qué pasara si lo mandara todo a la mierda? ¿Si no me preocupara por nada más? ¿Si sólo me centrara en mi? ¿Si no diera ya más mi brazo a torcer? ¿Si me diera igualo lo que piensen los demás y lo que puedan opinar?

¿Qué pasaría si volviera a empezar? ¿Bien? ¿Mal? ¿Y si dejara de pensar qué es lo correcto? ¿Y si pensara más en mi? ¿Y si empiezo a coger las riendas de mi vida?

¿Qué pasaría si nada me afectase? ¿Sería fría? ¿Seguiría siendo yo? ¿Sería feliz? ¿Conseguiría todas mis metas? ¿Conseguiré todo lo que me propongo? ¿Llegaré lejos?

¿Qué pasaría si alguien me entendiese? ¿Sabría de lo que hablo? ¿Me ayudaría? ¿Se olvidarían de mi? ¿Y si alguien consigue hacerme reír? ¿Y si me hace darme cuenta de lo maravillosa que soy y lo bonita que es la vida? ¿Y si me hiciera olvidar todo?

¿Qué pasaría si mi vida cambiase? Yo. Todo esto.
¿Valdría la pena?
Aún no lo sé. De momento, no tengo razones por las que seguir aquí, y así.

jueves, 8 de mayo de 2014

6-

A veces me pregunto cómo sería de diferente mi vida si todo fuera de otra forma. Otras opciones, lecciones, otro camino.
Cómo sería vivir sin preocupaciones, sin obligaciones.
Ser libre como un pájaro, sentirte como tal. Hacer todo por ti, no por los demás. Tener como meta ser feliz y nada más. No más noches de ralladas, no más noches llorando hasta las tantas. No dar más tu brazo a torcer si nadie está dispuesto a ayudarte.

A veces me siento como si viviera en una isla, yo fuera un castillo y en su periferia, nada más que una gran muralla.
Nunca suelo dejar a nadie entrar, lo dejan todo fatal. Sólo muy pocas veces me doy cuenta de alguna que otra pequeña grieta, para intentarlo. Pero en alerta estoy, y lo reparo. 
Ya nadie entra, ya nadie deja entrar la luz, la paz. Ya todo está oscuro. Ya no hay salida, ni alternativa. 
Quizás me esté cansando de esperar, y salga ahí fuera.
Pero mientras, aquí me hallo. 

5-

Me paso la mayoría del día echando de menos muchas cosas.
Justo cuando más echaba de menos tus tonterías, volviste.
Y me rompiste. Otra vez.
Ya no sé qué he de hacer. ¿Tan difícil es dejarse llevar? ¿No pensar en nada más?
Quiero verte, como aliciente. Aunque no sea lo más correcto. Lo sé.
¿Pero qué más puedo hacer?
Al menos vivo de eso, aunque muera por dentro.

4-

Tampoco voy a engañarme, ni a engañarte.
Hay un empate, ya no estoy de tu parte.
Déjame contarme.

Me he visto caer, tocar fondo,
desde pequeña nada fue redondo.
Nunca quise ayuda,
siempre fui muy testaruda.

Nadie me enseñó a no equivocarme,
de las lecciones que la vida un día iba a darme.
Que el corazón se te parte,
y más, sin un hombro en el que apoyarte.

"Busca un motivo por el que seguir adelante,
así sólo conseguirás frustrarte".
No hay cosa más rallante,
que encontrar la solución y no llegar a su alcance.

No tengo ni muso, ni musa.
Por no tener, no tengo ni alas.
Debieron de cortármelas.

Se me agotan las opciones,
de buscarme y no encontrarte.
Si ya todo me da igual,
ya perdí mi norte y mi soporte.

Una hermana que me da la vida,
aunque ya tiene la suya.
Un tío que ni te ayuda,
y de los demás, sólo son reproches.

Tan sólo me aísla escribir,
soñar lo que es vivir.
Las risas en un día gris,
contigo o sin ti.
Ya nada me asusta,
si tengo en mi otra mano tu puta chusta.

Poder no pensar quiero,
si vivo por existir
¿qué más quiero?
Busco un presente claro y no oscuro.
Lejos de ese barullo suyo. 

No me queda otra,
que la de morir en vida.
Aunque yo misma me diga;
"VIVE  Y LUCHA,
POR LAS PERSONAS QUE DESDE ARRIBA,
SÍ QUE TE ESCUCHAN".